La enseñanza en Colombia de una materia llamada “Derecho administrativo general” es el reflejo de una ilusión y un engaño para la sociedad. Decir que hay un derecho administrativo general -en sustancia de inspiración francesa-, equivale a afirmar que existe un derecho administrativo eterno, universal, nacido en alguna parte del mundo y que debe ser enseñado, partiendo de sus “principios generales”, de igual forma sin importar el lugar. El derecho administrativo general en realidad no existe, no hay -sin pretender caer en un chauvinismo jurídico- sino el derecho administrativo de una sociedad en concreto. El derecho nace al interior de cada sociedad, lo demás no es sino una ambición política, un cuento de hadas para engañar a la comunidad académica y a la sociedad en general.
En estos momentos recuerdo a un profesor de responsabilidad civil que decía el primer día de clase: “la responsabilidad civil responde a un principio universal, aquel que causa un daño a otro debe repararlo.” Así comienzan los cuentos de hadas, generando confusión y, en la mayoría de los casos, snobismo jurídico. Decir, v. gr., que la resposabilidad de la administración colombiana nace con un fallo extranjero no es otra cosa que una ingenuidad -y en ocasiones una pervesidad- mental por parte del docente.